Across the wrap of the brand new day of the second part of my life, I write the new of Rules of the Game.
1. Handle with Care.
2. Mistreatment of any kind may result in your taking a hike permanently.
I begin my new life in the West Coast celebrating my fiftieth birthday and snapping pictures of sunsets to send back to the places I’ve called home: Venezuela, Canada, and Oklahoma, all the places where I have planted trees during this seventeen-year journey since we started this series of relocations.
I trudge among the boxes, looking for a place where to land the next step, amid a myriad of odd objects scattered on every flat surface of the townhouse we just bought on the hills. I feel the ground shaking underneath my feet, although no earthquake would be reported today.
It’s Sunday, the day I usually blog, but we are sitting on the floor eating arepas, surrounded by unpacked boxes.
Uprooted. Disoriented. Displaced. I start from scratch again, reinventing and re-planning. In a week, I ran out of “harina pan,” the Venezuelan corn flour we use to cook arepas, our staple. Satisfy the need for identity places high on our priority list
To Do List
a. Find ethnic store to buy “harina pan.”
b. Unpack laptop and writing materials. Find a spot for a desk.
c. Find a job.
Define a professional profile. But who am I under these new circumstances? I’ve been a housemaid, a secretary, a high school teacher, a college professor, and a translator. I have been a mother. I’ve been a woman. I am a writer. I am a mentally ill woman. I am a blogger and a memoirist, who writes true stories, things that happened or may be I just thought so, because life gets in the way of fiction and my fragmented character reflects my impossible life.
Now I am in this place of overachievers, the mirror where America glitters, dependent on my husband, searching for what defines me. I wonder if my mental disorder is a problem of misplaced identity, the reason why I feel people take me for somebody else. Is that the way my mind tells me I’ve lost my sense of Self, that I no longer know who am I?
Rules of the Game
3. If I don’t receive the opportunity I need to move forward with my life, I will not dwell on the fact that somebody is missing a once in a life time chance to share my talents, services, love, friendship or anything I am offering in exchange.
I check myself out on a window reflection and notice my wild hair. Untamed. Unpacking the box with the mirror doesn’t make it to the list.
Rules of the Game
4. If either my nappy hair, my scarred face, my lack of style, or rough manners makes you wish to have a magic wand to change me in anyway, it will be understood that you have a perception problem, and despite your blood or civil connection with me, you must also take a permanent hike.
5. Your happiness is not my responsibity.
Reglas del Juego
Arriba del empaque de mi recién estrenado día de la segunda parte de mida, escribo las Reglas del Juego.
1. Cuidado
2. Maltrato de cualquier tipo resultará en Usted se irá a tomar un paseo permanentemente.
Comienzo mi nueva vida en la Costa Oeste celebrando mi cumpleaños No. 50 y tomando fotos de puestas de sol para enviar de vuelta a los lugares que he llamado casa: Venezuela, Canadá, y Oklahoma, todos los lugares donde he plantado árboles durante estos diecisiete años desde que comenzamos esta serie de transferencias.
Camino con esfuerzo entre las cajas, buscando un lugar donde dar el próximo paso, entre innumerables objetos diversos regados sobre cualquier superficie plana en la townhouse que acabamos de comprar en las colinas. Siento el piso moverse a pesar de que hoy no se reportarán temblores.
Es domingo, cuando normalmente escribo mi blog, pero estamos sentados en el piso, comiendo arepas, rodeadas de cajas sin abrir.
Desarraigada. Desorientada. Desplazada. Comienzo otra vez desde cero, reinventando y replanteando. En una semana me quedo sin harina pan, la harina de maíz venezolana que usamos para hacer arepas, la base de nuestra alimentación. Satisfacer la necesidad de identidad tiene un lugar alto en nuestra lista de prioridades.
Lista de Cosas por Hacer
a. Conseguir dónde comprar harina pan.
b. Desempacar la computadora portátil y el material de escritura. Conseguir dónde poner el escritorio.
c. Buscar trabajo. Definir un perfil profesional.
¿Pero quién soy yo bajo estas nuevas circunstancias? He sido sirvienta, secretaria, profesora de secundaria, profesora universitaria, traductora. He sido madre. He sido mujer. Soy escritora. Soy una mujer con una enfermedad mental. Escribo un blog y mis memorias, escribo cuentos reales, cosas que han sucedido, o quizá sólo me lo imaginé, porque la vida interfiere con la ficción, y mi personaje fragmentado refleja mi vida imposible.
Ahora estoy en este lugar de ganadores, el espejo en el que se refleja este país, dependiendo de mi marido, buscando lo que me define. Me pregunto si mi desorden mental es un problema de identidad perdida, la razón por la que siento que la gente me confunde con otra persona. ¿Es así como mi mente me dice que he perdido mi identidad, que ya no sé quién soy?
Reglas del Juego
3. Si no recibo la oportunidad que necesito para seguir adelante con mi vida, no me mortificaré por el hecho que alguien está perdiendo la oportunidad única de compartir mis talentos, servicios, amor, amistad o lo que sea que yo ofrezca a cambio.
Me veo en el reflejo de una ventana y me fijo en mi pelo salvaje. Indómito. Desempacar la caja con los espejos no está en la lista de prioridades.
Reglas del Juego
4. Si mi pelo crespo, la cicatriz en mi cara, mi falta de estilo, o mis modales ordinarios le provocan tener una varita mágica para cambiarme de cualquier manera, se entenderá que Usted tiene un problema de percepción, y a pesar de su vínculo consanguíneo o civil conmigo, Usted deberá salir de mi vida permanentemente.
5. Su felicidad no es mi responsabilidad.
Although I am sure your mental illness impacts your outlook, this post relates to so many — with or without mental illness — because of the very real human needs we all share: to be accepted, to belong, to be significant. Everyone struggles with damaged emotions; everyone spends time evaluating and re-evaluating, remaking ourselves at different seasons of our lives. Your Rules of the Game appear to me to be healthy strategies in dealing with change and growth for all persons. Best of luck as you traverse through this season.
Thanks Doris. I think these are issues I can control. How I see myself, how I allow others to treat me. Nice to “see” you around here.
Beautiful and courageous writing!
Thanks Kay. Standing up for my self.
Me identifiqué tanto con el hecho de llamar “home” a varios sitios en lugar de uno solo. También con empezar de nuevo, desde cero, no una si no varias veces. Con el tiempo que toma hacer nuevos amigos, si es que se hacen, y el aprender a disfrutarlos antes de volver a alzar vuelo. Lo que escribes es tan genuino, sencillo y real que conecta con nosotros de una manera más profunda de lo que hubiésemos podido imaginar cuando decidimos leer el escrito que acabas de publicar.
Gracias por tus palabras, Tamayra. Es una sensación rara esa de tener varias patrias, pero sé que hay gente como tú que se puede sentir identificada con el hecho de haber amado a tantos lugares y haberlos dejado atrás. Gracias por leer mi blog.